lunes, 3 de octubre de 2016

Todo saldrá bien.








A veces contempla la ausencia del miedo.
Al otoño (apacible y hermoso, da igual lo que anuncie), al invierno, a la soledad, a la muerte.
A la pobreza, a la escasez.
Al precioso insecto (grande, frágil) que encuentra en el cajón de las ollas. Como un hermano.
"Si ahora me fuera, todo saldría bien", le dijo una vez a su amigo muerto.
Y él le respondió: Qué tonterías dices, siempre sale bien; es sólo que no lo sabes.
Ella asintió, ya lo sabía.
Pero cuando lo olvidas, duele tanto.
Y si ahora me fuera, tan consciente (aunque dure lo que un respiro, lo que un bostezo), todo saldría bien.

Y ya que me quedo en terreno conocido, pensó, vale lo mismo para mi estancia.
Ya que me quedo, todo saldrá bien.





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